Esto me lo envió una Amiga desde Argentina, me pareció tan real que decidí compartirlo con ustedes:
La mente no sabe vivir en tiempo presente, porque está demasiado ocupada para percibirlo. O busca en los archivos del dolor, o estará planeando el futuro dentro de los parámetros de lo que ya se vivió…Los pensamientos proyectados al futuro nos paralizaran de miedo, porque se enfrentan con la incertidumbre. Y el miedo es un mal consejero. Si lo aceptamos como huésped atraerá precisamente aquello que más tememos.
Permitir que el pasado se disipe con el convencimiento de que siempre hicimos lo mejor que pudimos.
El futuro dejara de amenazarnos si sentimos que siempre estamos bajo el cuidado de la provisión divina, que es perfecta. Pertenecemos a lo que nos mantiene vivos, plenos, conscientes y felices.
Experimentar conscientemente cada sensación de nuestro cuerpo, de nuestros sentidos, interrumpe aunque sea por momentos ese diálogo interno que nos desgasta y nos separa de nuestra esencia.
Hay un pasaje de un libro de Anthony de Mello que a través de esta historia nos recrea perfectamente lo que significa vivir el AHORA…
Un hombre se acercó a un anciano y le dijo así:
“Me han dicho que tú eres sabio… Por favor, dime qué cosas puede hacer un sabio que no están al alcance de las demás personas.”
El anciano le contestó: “Cuando como, simplemente como; duermo cuando estoy durmiendo, y cuando hablo contigo, sólo hablo contigo.”
“Pero eso también lo puedo hacer yo y no por eso soy sabio”, le contestó el hombre, sorprendido.
“Yo no lo creo así”, le replicó el anciano. “Pues cuando duermes, recuerdas los problemas que tuviste durante el día o imaginas los que puedes tener al levantarte. Cuando comes, estás planeando lo que vas a hacer más tarde. Y mientras hablas conmigo piensas qué vas a preguntarme o cómo vas a responderme, antes de que yo termine de hablar.”
Es decir, olvidamos estar aquí y ahora, disfrutamos de torturarnos por lo que nuestra mente nos dice que hicimos mal, o nos dedicamos a sufrir por lo que aún no hemos hecho. no disfrutamos el sol en su esplendor o una tarde de lluvia. por eso mi invitación desde este lugar es a estar aquí y ahora permanentemente.
El secreto es estar consciente de lo que hacemos en el momento presente y así disfrutar cada instante del milagro de la vida.
The mind can not live in the present, because he is too busy to notice it. Or search the files of pain, or be planning the future within the parameters of what has already lived ... The thoughts projected into the future paralyze us with fear, because they face uncertainty. And fear is a bad counselor. If we accept it as a guest attract the very thing we fear most.
Let the past be dissipated with the conviction that always did the best we could.
The future will threaten us if we feel that we are always under the care of God's provision, that is perfect. We belong to what keeps us alive, full, conscious and happy.
Consciously experience every sensation of our bodies, our senses, albeit interrupted by moments that internal dialogue that wears us and separates us from our essence.
There is a passage from a book by Anthony de Mello that through this story perfectly recreates what living the NOW ...
A man approached an old man and said this:
"They tell me you are wise ... Please tell me what things can make a wise are not available to others."
The old man replied, "When I eat, just as, I sleep when I'm sleeping, and when I talk to you, just talk to you."
"But I can do that too and I'm not so wise," replied the man, surprised.
"I do not think so," replied the old man. "Well, when you sleep, remember the problems you had during the day or you can imagine having to get up. When you eat, you're planning what you will do later. And while you think you're talking to me or ask me how you answer, before I finish talking. "
I mean, forget being here now, so we enjoy torturing our mind tells us we did wrong, and we are dedicated to suffer for what we have not done. not enjoy the sun in splendor or a rainy afternoon. so my invitation from this place is to be here and now permanently.
The secret is to be aware of what we do in the present moment and enjoy every moment of the miracle of life.
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